Me pierdo,encuentro.
Mi nombre va y viene en la memoria.
Me pierdo constante, constante la mente. Mi mente constante.
Hay días que está todo tan claro, es blanco. Todo blanco. No veo formas, no veo nada más que lo blanco. La claridad no siempre es respuesta.
Esta hambre de vida, esta vida sin hambre.
Son tantas las que han pasado por mi nombre. Me cuentan de una que salía a la calle y cruzaba las esquinas con la mirada siempre alerta.
Fueron dos años de tomarme, de tenerme, dos años de letras, de café, de humo, de música. Dos años de sombras, de luces. Dos años en medio de mis nombres.
Hoy la vida se me sale por las uñas. Por eso las muerdo, para morderme los días.
Un volcán que quiere apagarse. Nadie le ve, nadie le toca. Un volcán que se sabe volcán, montaña pretenderá aparentar.