martes, 25 de mayo de 2010

Comienzo el primero que va en serio.

Los otros se han convertido en un "para" ya que están hechos.

Este va para él. Sale de él. Terminará en él.


Si dicen que los trazos hablan, que respiren por mi.



Aquí no las tengo para pintar, montaré una de ellas y mi caballete girará.

La fugáz.

lunes, 24 de mayo de 2010

Por qué no soy poeta

Sea la luna la que desdobla la respuesta. Sea la noche la que agazapa la tristeza. Sean estos los retazos de aquello que pudo ser un poema.

En espera de la muerte, aguardo.




Serena, serena y morena.

Impedida

Un pavoroso acceso de nostalgia ha llegado. Me acompaña en cada paso, me rasga cada parte de la piel. Y ahora que lo escribo y suena así tan dramático es cuando comprendo que estas palabras no dicen nada en verdad. Por eso he de mentir, para crear verdades que lleguen a penetrar lo que las mentiras en bruto no alcanzan a tocar. Son tres miradas las que conozco. Esta no la reconozco más.

Testaruda, torpe, terca. Las historias como estas quedan bien en las novelas, quedan bien en Cortázar, a mi me sientan como otra cosa que no puedo aún descifrar. Cuando vi la entraña de mi carne, cuando probé por vez primera eso que ahora llamo por las noches.

Fortalecí los pies, pensé que el caer se encontraba en ellos. Torpe. Como si mis piernas fueran de otro que no es este. Como si eso que llaman experiencia no me tocara y entonces soy nueva, en repetición.

¿Loca? No lo sé, si lo cuestiono quizá que no tanto. ¿En espera? Quizá son mis patadas de ahogada, en el fondo del río, arrepentida por haberme tirado al vacío.

Conozco el sendero, lo he recorrido a oscuras, lo he recorrido a media luz. Lo que no conozco es este acceso que me abraza en minuto. Será que con eso de las despedidas nunca he sido buena. Cuando ingenua pretendo hablar y un par de manos que solo yo veo aprietan mi garganta, cubren mis labios y entonces lo que sale, el sonido que exhalo no es el mismo que recorre mi silencio.

Y bueno, si lo fácil es escribir cuando uno está así, pues lo haré entonces. Sin parpadear, para que se marque por lo menos aquí.

Estos inútiles esfuerzos, como fugas de tren. No quiero dar menos de lo que me doy, es que aún no aprendo.

Con los lunares como estrellas podría hacer una galaxia. Esa que solo podría ver yo.

Mi brazo fue rasgado, porque pasé sin cuidado, porque también lastima, no él, el está quieto, respirando, dando eso que no veo pero que tomo. La que se rasga soy yo, la que se tira con ojos agazapados soy yo. La que no dice nada aquí, pretendiendo dejar.se. Esa fui yo.

viernes, 21 de mayo de 2010

Esbozo del Ser.

Cada inhalación me lleva directo a tu piel. Siento. No imagino, siento, estoy. No toco nada en absoluto, cierro los ojos y vibro cada poro. Te hago eso que llaman amor, me hago eso que llaman amor, soy, entera, soy entero, eso que llaman amor.

Puedo ver nuestros cuerpos como alegoría de eso que flotaba más allá de los mismos, la danza del Ser dándose. Lo que se desdobla como una cáscara fresca. Cuando las paredes del cuerpo quedan lejos y se danza suavemente, como si fuese el primero de los días.

Siento por dentro de la piel el beso prolongado, me colma de lluvia y mañanas azules. Las manos son de ternura, son estos los dedos que hablan cuando me gusta callar, son estas las manos que moldean y se dejan crear. Respiro despacio, exhalo suave. ¿Sientes esto?

Solía pensar que me volvería loca, solía pensar que moriría ahí. Hoy muero y renazco en cada parpadear. El orgasmo se conduce hasta lo más recóndito de mi vientre, me tengo desde la punta de los pies.

Esto que Se es. Recoveco inconcebible, solo si me doy la oportunidad de no comprender lo que está pasando, solo si dejo de cuestionarlo. La cuestión es que ya no cuestiono. Está. Soy. Doy. Vibro con una suavidad tal. Es. Ser.

Los gerundios vendrán a su tiempo.

jueves, 20 de mayo de 2010

Ese lugar donde vivo...


Me llama mucho la atención ver a los vaqueros, o no sé cómo se les diga, pero a los señores del campo, que andan ahí con su burro, montados en el caballo y con un perro al lado, generalmente el perro trae la lengua de fuera y la cola mueve y mueve de un lado para el otro.

Hoy pasó otra vez uno de esos hombres, primero vi el caballo, luego salté al sombrero del hombre y su diente brillante, seguí por el chucho con la lengua de fuera y ya que me dirigía al burrito mis ojos se abrieron como un par de ventanas y que le veo las patas. Eran de zebra. No lo podía creer, entonces me empecé a reír, y el señor se reía todavía más. Acérquese, tóquelo pa que no me le haga mal de ojo. Nomás que es medio bravo, todavía no está mansito. Lo acaricié y se quedó quietecito, como si nos conociéramos de rato. ¿Es zebra con burro?. Eso mero, me lo acaban de traer. Ah, está bien bonito oiga. Gracias, si, está muy bonito. Y se fue lento con su caballo, su perro y ese burro-zebra precioso de patas mágicas.

Que le vaya bien, a usted también.

Regresé a mi congelador personal, a jugar con el que se quiere morir mientras se tumba de la risa con el burrito zapatista que acompaña mi computadora. Oiga ¿cómo le hago el cuello? ¿recuerdas mi nombre? Si, ……. Ah pues me puedes decir así si quieres. Ah si, me gusta más, cómo le hago el cuello ……
Vuelvo a mis teléfonos, el internet, los coches, el asfalto. De vez en cuando ( cada vez más ) salto a los edificios y trenes. De repente me voy para la montaña. Salto de uno a otro, para ver en cual de todos soy eso que se guarda constante.

Porque anoche acampé en su azotea, con la fogata más inmensa y dolorosa de la tierra. En las mañanas me arrullo entre carreteras, me dejo llevar por sus ruedas. Sueño que está ahí, le invito a mi lado, se sienta y sonríe. Entonces se desborda como una presa sin castores todo esto que me recorre enterita. Cuando en el ovillo besaba mis manos, porque era hermoso parirse sin dejar de ser lo que fui.

Ahora sé que nunca dejé de ser capaz, nomás tenía que dármelo primero. Y ahora si…¡que nos agarren confesados!

Porque cuando el río suena…es que agua lleva. Y yo, yo soy una presa sin castores, lista para volar.
Aprendí a no decir lo que hago porque luego todos quieren algo.

Hoy aprendí a decirlo para aprender más.

Mis muros son suaves y se convierten en puentes, veo por debajo de los árboles la sombra del fuego que los consume. ¿Duele? No. Sé que aunque te quemes renacerás. Mi cerro favorito. El que cobija mis noches, hoy guardé los párpados para ti, para cantar por dentro tu nueva Luna.

¿Despertar? No. Me duermo sobre el asfalto para saborear lo que llega de pronto. Siento eso que pasa recorriendo todo el cuerpo,el rostro en caricia contínua. Continúa.

Bonitos los días, hermosas las noches. Danzo bajo las estrellas y ellas juegan también. Somos unas niñas en la azotea sin miedo a caer.

De los sueños que tengo, hoy tuve el mejor. No sé si sea el mejor, pero hoy, por lo más, me recorre todavía.

lunes, 10 de mayo de 2010

Un teatro montado sobre mi cuello, ahí es donde hacen eco sus voces y entonces intento pronunciar la mía. No la escucho, los escucho a ellos, escucho los violines, el cello. Son un montón de capas que recubren los pensamientos –no hay pensamientos sin la voz- No escucho mi voz, la perdí, están los violines, me llevan a las luces, el gigante abraza el árbol y llora en su tronco, luego lo abraza enamorado. El gigante, el árbol, el gigante, el árbol. Esa casa me está hablando, se está burlando de mí, me están observando, quiero las sombras para dejarme ahí. Quiero la sombra de mi no voz, de los violines. Me señala con el dedo, desde la esquina, yo estoy escondida en la escalera de caracol, soy invisible, me lleno los ojos de sus luces. El me observa, no tiene rostro, dobla la esquina y crea otra dimensión, se pierde su silueta. Me asusto y siento como se entumen los pies. Aparece de nuevo, las luces siguen parpadeando, se burlan de mí. Sin voz no hay palabras, sin palabras no hay ideas, estoy al fin aquí llena de música, sin pensamientos.

¿Cómo pude escribir esto? Sabía que no recordaría lo que decía el gigante, no quería tratar de recordarlo, no corrí hacia la libreta, me quedé ahí, escuchando los rostros de los gigantes con pañuelos, en su reunión de sombras. Me quedé en la punta de la escalera, con la noche jugando en mi cabeza.

domingo, 9 de mayo de 2010

Escuché mi voz, la que perdí hace un rato. La escuché salir de su garganta y entonces pasó.

Me siento desde la uña del dedo en el pie hasta la punta de mi enredado cabello. Como un roce que no termina, mi piel se toca por dentro.

Me siento y hay una sinfonía recorriéndome (riendo me) Momento, tiempo de jugar:
Recorriéndome Riéndome Me Riendo Meriendo Riendo

Estoy.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Algo que escuché:

Hana: Then I tell myself he spends all day searching, in the night he wants to be found.

Kip: I do. I do want you to find me! I do want to be found.


Algo que olvidé.

lunes, 3 de mayo de 2010

treguas

Y de repente, como por arte de magia esas palabras que fueron verdad son tizas al viento.

Florecían sobre mí, el viento acariciaba todo mi cuerpo, abrí los ojos lo más que pude, lo tenía, en la punta de la lengua, está aquí. Esto que soy ahora que tú eres eso por fin, eso que jamás serás.

Tengo varias para ti, tengo una nostalgia corroída por los años.
Tan volcado en ti, con todos tus viajes, con todos tus nudos.


Ya no hay mas enojo, hoy veo claro como te enredas entre tus propias manos.
Al fin me tomo, me bebo, soy esto que ha dejado de lado lo que fue un siempre añorado.

No tiene por qué ser. ¿Cómo se extraña lo que no está?

Te dejo por la paz.