domingo, 26 de junio de 2011

Me encuentro, pierdo.

Me pierdo,encuentro.


Mi nombre va y viene en la memoria.


Me pierdo constante, constante la mente. Mi mente constante.




Hay días que está todo tan claro, es blanco. Todo blanco. No veo formas, no veo nada más que lo blanco. La claridad no siempre es respuesta.



Esta hambre de vida, esta vida sin hambre.



Son tantas las que han pasado por mi nombre. Me cuentan de una que salía a la calle y cruzaba las esquinas con la mirada siempre alerta.



Fueron dos años de tomarme, de tenerme, dos años de letras, de café, de humo, de música. Dos años de sombras, de luces. Dos años en medio de mis nombres.




Hoy la vida se me sale por las uñas. Por eso las muerdo, para morderme los días.



Un volcán que quiere apagarse. Nadie le ve, nadie le toca. Un volcán que se sabe volcán, montaña pretenderá aparentar.



miércoles, 22 de junio de 2011

Su mano se postra sobre mi cabello. El olor a hospital invade mi ropa, hoy me gusta este olor, estas sombras.


- Tu abuelita te hacía piojito ¿verdad?-


-Si, y luego con sus dedos hacía como que mataba uno en mi oreja-


-Se fue muy pronto tu abuela-


Mi mano cubre la suya.



-Si, pues- atino a decir.


domingo, 19 de junio de 2011

Apareció tu rostro. Una huella en la arena, eso y nada más.
El sonido se impone. Se rompe el paso. Quedaste suspendido ahí. Fuiste eso que dejaste ahí.

Todo se me ha roto. Nada ha cambiado.

Nada se me parte. Todo se queda.


Su voz cada vez mas frágil. Su cuerpo cada vez más delgado.

Mis manos grandes en sus hombros.

Tus revoluciones. Mis independencias.