miércoles, 22 de junio de 2011

Su mano se postra sobre mi cabello. El olor a hospital invade mi ropa, hoy me gusta este olor, estas sombras.


- Tu abuelita te hacía piojito ¿verdad?-


-Si, y luego con sus dedos hacía como que mataba uno en mi oreja-


-Se fue muy pronto tu abuela-


Mi mano cubre la suya.



-Si, pues- atino a decir.


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