domingo, 29 de junio de 2008



A veces pienso mucho lo que voy a escribir, hoy no quiero pensar tanto, nada mas teclear hasta que el pulgar se me caiga, total ya está herido.
Siento una sed de palabras, quier tenerlas todas en mi mano, quiero que digan todo lo que yo hago silencio, que se lo digan a un espejo sin figura, asi nada más por que si.
Vale, lo diré, escribo con nostalgia, sin buscar decir nada o al menos nada que suene bonito, simplemente nostalgia, de ella, de ellos, de esto, de nada.
De ti, de ti que no me conoces.

no lo hay


Un azul cargado de amarillo.
Yo lo veo para no toparme con tu cara, para no decir otra vez-adios- adios.
Me gustan los dichos, y por ahi dicen que "el que mucho se despide..." si no lo sabes no te lo enseño.

Cuando se toparon se negaron. Tu me ves y observo, yo te observo y tu te escondes.

Sé bien que esto no lo vas a leer, y yo te sigo escribiendo.

domingo, 22 de junio de 2008

casitas

Comienza el atragante.

Los quiero a todos juntito a mi, cocidos con mecate pá no separarnos nunca.

Ah, el mecate lo traigo ya bien enredado, no hay nada más.

No hay nada mejor que casa, a menos que casa, sea la que llevas a todos lados.

Tengo la mejor casa, tengo los mejores ratones, tengo el mejor compinche, la mejor caricatura, el mas hermoso gruñón que ya no gruñe, una muñeca nomás para mi, la sirena, la rata, y todos los colores que puedes imaginar.

No tengo casa, la llevo dentro.

domingo, 15 de junio de 2008

trapeador

Este jodido insomnio. No puedo pegar la cara a la almohada. Siento que se despiertan los fantasmas, los oigo, caminan en mi espalda.

Y sé que anda por ahí, vestido galante, con su barba perfectamente definida, los cachos afilados y la cola escurrida entre la capa. Un día de estos lo veré y entonces me abrazará y me quemará con su risa.

Aquel cabrón dice “que todos los finales son el mismo repetido” y creo que tiene razón, algún día también a él me lo toparé y juntos tiraremos esa escalera.

Vaso. Uva. Guayaba. Histeria. Gemido. Animal. Patrón. Gorro. Punta. Meiosis. Oro. Ropa. Ramo. Jabón. Perra. Gusano. Araña. Tonto.

- Tengo frío-
- ¡Ah! Pues tápate con la capa de tu tío.-

Si, con la capa de tu tío, que la mía solo es para mi.

Mucha palabra, no digo nada. ¿O si?.




p.d.Este jodido insomnio. No puedo pegar la cara a la almohada. Siento que se despiertan los fantasmas, los oigo, caminan en mi espalda.

Y sé que anda por ahí, vestido galante, con su barba perfectamente definida, los cachos afilados y la cola escurrida entre la capa. Un día de estos lo veré y entonces me abrazará y me quemará con su risa.

Aquel cabrón dice “que todos los finales son el mismo repetido” y creo que tiene razón, algún día también a el me lo toparé y juntos tiraremos esa escalera.

Vaso. Uva. Guayaba. Histeria. Gemido. Animal. Patrón. Gorro. Punta. Meiosis. Oro. Ropa. Ramo. Jabón. Perra. Gusano. Araña. Tonto.

- Tengo frío-
- ¡Ah! Pues tápate con la capa de tu tío.-

Si, con la capa de tu tío, que la mía solo es para mi.

Mucha palabra, no digo nada. ¿O si?.

Sin fines literarios



Anoche soñé que vivía en la Argentina, si y ya le digo “la” Argentina, porque así es como su gente le dice, y a mi me agrada que sea femenino su nombrar, porque últimamente lo femenino me llama.

Hoy vi una película argentina, que trata acerca de los presos políticos, que cosa tan espantosa. A veces cuando veo una película que comienza a ser dolorosa, trato de pensar en que son actores, de que existe un guión y que no le pasa nada a nadie, quizá sea un pensamiento muy infantil, pero a veces es necesario para aguantar la ficción.

¿Y por qué trato de aguantar la ficción? Ah pues porque lo real agobia, ahoga, la ficción te habla de lo real; y yo todo el tiempo pensaba –ah no, no pueden estar haciendo eso, no- y luego, conforme fue avanzando pensé – ¡coño! Esto no es nada comparado con lo que debieron haber hecho en la realidad- y entonces me aferraba más y más al pensamiento de que eran actores y que había una cámara apuntando más que una escopeta.

Y al final sacaron unas letritas con cada actor contando lo que había hecho después de escapar de esa casa de torturas, todos se fueron, todos escaparon a Europa, a unos les fue mejor que a otros.
Verídico, era una película de cosas que pasaron, no sé porque escribo de esto, no dejo de pensar en la tortura, en la piel.
Hay una escena en que van desnudos por la calle, tratando de que alguien los ayude, pero a mi me parecía como un baile, cuatro cuerpos desnudos danzando con miedo. Que terrible es el miedo.

Espero jamás perder el horror y asombro ante cosas tan infames, no soporto la idea del totalitarismo, no soporto la idea del silencio.

Su cara me era familiar, muy familiar.

Yo a veces siento que tiemblo de miedo, y entonces me sujeto a la ficción, para soportar lo real. Quiero sur, quiero sur y ya.

miércoles, 11 de junio de 2008

Tláloc

-¿Mucho frío?-

Si, pero aquí hace calor, me respondí.

-Doble corado por favor-

-Llueve a cántaros- ella me decía que Tláloc ponía a los niños a darle de palazos a los cántaros, como piñatas. Y por eso llovía, porque había niños dando tremendos palazos.

Tierra mojada, árboles cantores, todo eso lo sabes y lo sé.

La piel no demora, grita.

Llueve mucho, me mojo poco. Mis pies ya son resistentes.

Hoy llovió dentro de mi, Tláloc y los niños jugaban a los cantaros en mi barriga.

Y así, templado fuiste meciéndote suave por mis manos.

Un toro viril nos llevó al austriaco. Tanta complicidad en el aire, cómplices de vida.

Ríe de la anciana, yo río de la duda.

Lo llevo, lo guardo. Ojos cansados.

¿Te traiciona el corazón? Respira, vamos juntos, déjame darte el último respiro. ¿Lo sientes?

Anda, onírico recuerdo. Te guardo. Me llevas. Estamos.

lunes, 9 de junio de 2008

Cena

Hola , llamo para contarte que ayer levante mi pie, y 3 dedos se me han caído, también tengo la uña rota, un botón desabrochado, un pedazo de limón, una bolsa con agua, un pellejo en la boca, un cabello en la almohada , una muela rota, un anillo oxidado, una llave que ya no abre nada . . .

Crees que podría prepararme una cena esta noche? Solo llamo para invitarte por si estas igual que yo . . Buen provecho ¡.





Este escrito no es mío, es de una bruja que me susurra al oído.

Título, todo necesita un nombre.

Estoy asqueada. Asqueada de mis pensamientos, de mis palabras, de mis ideas, de mis silencios.

Siento el vómito a punto de estallar por mi garganta, sube y baja, pero el muy cobarde no sale, no se estrella con lo mundano, no se convierte en repugnante.

Solo yo sé que es lo que es, lo que mi estómago no quiere, y entonces me lo regresa, yo tampoco lo quiero, que se esfume y ya, ¿para que carajos quiere la jodida latencia?

Detesto simular, siempre me ha gustado el teatro, pero solo tras un telón, no me gusta que se viva como en una obra, simulando, actuando, pretendiendo,

Todo comenzó desde las “buenas costumbres”, el “cómo deber actuar”, parlotear, actuar, aventar flores ocultando la mierda.

Falso. Si de verdad dijera lo que pienso me estallaría la lengua, ah, no, no quiero tu compasión, me repugna ¿o acaso vas tomarte la sangre que escupa en tu cara?

Si de verdad quieres padecer conmigo tómate mi sangre, compra mis ojos, llévatelos bien lejos y písalos.

Gracias, que tengas una linda tarde, cuídate mucho.

jueves, 5 de junio de 2008

Feskapuquía

Dos veces sonó el teléfono. Dos veces lo dejé sonar.

No creo en su timbre, no confío en su luz. Su sonido es una carcajada que retumba en mis muelas, se carcajea de mi atención, de mi simulada indiferencia.

Esperando no esperar.

Cinco tazas me he devorado, yo hace mucho dejé de tomar café, ese maldito vicio; ahora lo devoro, para que sienta como me lo trago, para que se congele en mi garganta.

No hay palabra, tengo que inventarla.

Feskapuquía. Eso es lo que soy, una Feskapuquía en repetición.

La nube llega, la nube se va. El sol aparece, el sol se va. Viento, sangre, agua, sudor, todo corre exactamente de la misma jodida manera.

¿Nadie se ha percatado de la muerte? Dónde están sus mejores trajes negros, somos vecinos del luto.

Quiero verlos en sus cuatro patas, como los animales que somos, lamiendo los neumáticos que acaban de postrar, ya no les servirían más, ningún medio los podrá llevar a donde revientan por ir.

El pintor deja su bastidor, ya no hay color.

La panadera suelta la masa, no se puede moldear.

El niño corre, se estrella con el adulto, llora, no de miedo, de asco.

Las calles transpiran estómagos, todos quieren volver lo que no han comido, lo que no podrán comer nunca más, como aquella ave de la noche: NUNCA MÁS.

Y curioso que no se den cuenta, que hay cientos de cuervos volando en nuestras sienes, nos gritan, quieren nuestros ojos, o al menos eso querían antes, ahora ya ni nuestra carne les es apetecible, prefieren la de las ratas, ellas al menos, son. Rata y nada más.

Otra vez el teléfono, no hay mesa, no hay nada en esta casa, solo un teléfono y yo. Me consuela, lo acaricio, nos amamos en el vacío, juntos somos algo, una bestia embrutecida de espera.

Error, si llegase a la sublime calidad de bestia, no esperaría más. Ser y ya.

Se dilatan mis cuencas embriagadas de sueño, se dilatan creyendo que en la oscuridad encontrarán la pregunta, esa pregunta que se mece trémula en nuestras lenguas, y por eso ya somos uno.

04 junio 2008