jueves, 11 de noviembre de 2010

Espiral

El cuerpo como capullo. Rígido, los ojos abiertos -quizá cerrados- entre el pecho y el techo de la habitación un elefante transparente se sienta. El miedo de no poder dejar de ver. La respiración cada vez duele más. La casa de la esquina es la primera, están en la barda se ríen frenéticamente directo a la ventana, en el balcón del vecino dos niñas se abrazan y sonríen por igual. Ya recuerdo a la anciana adherida a los barrotes de la cochera en busca de algo que la saque de ahí –un saludo quizá. Cada vez que lo piensa el miedo se convierte en terror. “No el que quiere” piensa y se da cuenta de que crecen y se multiplican, están en cada una de las de la calle en penumbra. Se abre la puerta, es ella, la madre. Llama al médico, el de su confianza, algo podrá hacer. El terror se disfraza de angustia, ella conoce su especialidad.-otra vez no- piensa y sigue mirando por la ventana. Hay un segundo en que ya no se cuestiona si están o no, lo sabe, están ahí, ahora el pánico es que estén ahí, viéndola en esa ventana desnuda de cortinas, donde lo privado se vuelve público. Donde ella no es más que un animal en exhibición. Los miedos a pie de balcón.


-¿Los ves, mamá, los ves? Mira: allá en la esquina están dos riendo y brincando, en la otra ventana es una sola viendo directamente. ¡Mamá! Están en nuestro balcón, las niñas, dime por favor que tu también las ves-


-No, no las veo-


El temblor crece cada vez más, esa era la única respuesta que no quería. El rostro con la tristeza de quinientos pueblos se dibuja en la madre.


-Lo que pasa es que tiempo atrás ya me habías contado de esas dos niñas en la ventana, cuando eras niña tú-


La mirada fija en el balcón, las niñas no se han ido. El dolor, el pánico, la respiración, por favor que me traigan de vuelta.


-tengo mucho miedo- pronuncia y no sabe más si fue ella o la otra la que lo dijo.

martes, 26 de octubre de 2010

Extranjeros.

Sé que esa mirada no es de estos tiempos. Sé que esos pasos no son de estas tierras. Dejó su olor en mi comedor y su canción en mi cocina.

De los que se toman sin tomar absolutamente nada. De los que se juran las no promesas de un mañana.

Mientras más hay menos se escribe. Se vive.

martes, 12 de octubre de 2010

Contigo ... las faltas no me ganan.




Aquí. Dejándome sorprender. Por ti. Por tu guitarra y tus pasos.
Los peces embrujados y los dos mirando de lado. Mi nombre en tu cuerda, tu historia en mi memoria.

Estaba tranquila, oreando el corazón. Sigo tranquila, compartiendo una canción.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Las ballenas cantaban en nuestras noches, Buda en tu ventana. El chorro de agua fría que calmaba a brinquitos hasta acostumbrarme y entonces si darme la mejor de las duchas. Una semana (dirían ellos) vivimos nuestro mundo. Lo más cercano a eso que aún no me atrevo a imaginar. Nos hicimos pedazos – no, de pedazos estábamos hechos- dijeron ellos, que un par de ollas exprés no pueden estar juntas, que soñamos demasiado y confundíamos lo cotidiano con lo certero. Hiciste de esos metros nuestra casa.

Mi cepillo de dientes acariciaba la cintura del tuyo. Mis cremas y tus tenis. Nos hicimos el amor sin profanar los pudores. Desnudamos noche a día nuestras miradas, jugamos a suspender los tiempos y amarnos como esos que no tienen un mañana.

Disparaste inclemente y yo bailé entre tus sábanas. Me dejaste brincar en tu colchón como una niña mientras Cortázar susurraba algo en tu oído. Leímos de noche y dormimos de día. Tomamos las quimeras y danzamos en la azotea.

Cuando uno se enamora del poeta, la poesía es carne viva. Cuando él se enamora de la bruja, los conjuros son de pura risa.

Cuando la tierra me tragaba ofreciste una orquesta de locura, la escuché contenta.

Te aborrecen, te detestan a mi lado. Es que ellos –los de allá- jamás podrán ver los mundos que pintamos. Temen por mí, y yo sé que tu musa es una mujer lejana, ninguna de las que han ocupado tu cama.

Ahora eso no importa querido, no hay en mi nada que quiera atarte, guayaba y estrellas. El soñador con piel que delata. Suspendimos las historias y coreamos las histerias. Hoy nuestras veredas se topan, sin prisas, sin esperas.








miércoles, 29 de septiembre de 2010

Con un movimiento en brusco desperté, la certeza de tu muerte se quedó en esa curva. No sabría si fue uno o veinte minutos, pero tuve la certeza de que habías muerto. Lo más extraño es que era un recuerdo, había olvidado tu muerte, ese segundo (s) recordé que te echaba de menos. Después llegó eso que llaman presentimiento, más bien un post/sentimiento . Quise saberte, de ti, de tus rumbos. No tenía miedo, otra cosa.

No sé qué pasa. No confío en lo que post miento. Quizá son mis ideas que se revuelven con recuerdos y visiones. Se ha abierto la ventana, el tiempo de orear el corazón, dejarlo al viento para que recupere su olor. Sin fantasmas. Estamos en la línea dibujados como dos sombras que se encienden y apagan sin darnos cuenta cual fue quién.

Cada invierno celebro tu vida. No tiene importancia si esto suena bien. Una paloma, una nube, el tren, lo que quieras enviar. Cascabeles y Nogales. Dilo, dime entre sueños que estás ahí, vivo.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Vi. Bien. Viento.

A veces se me olvida el truco que llevan los llamados opuestos. Esa línea que los enreda y los hace más cercanos de lo que creemos. La prisa esconde una calma tan profunda que pareciera inimaginable. La idea constante es solo un velo que cubre todo aquello que se encuentra por debajo de los nombres. El cuerpo lleva hasta ese lugar que se alcanza en repetición. Tranquilidad. Han sido dichas tantas cosas que olvido el por qué de llegar ahí. La espalda en voluntad. El vientre responde sin dudar. La leche fría –como cuando era niña- en tragos lentos.

No tengo prisa. Olvidé que alguien más me dijo que debía apurarme. Hoy doy un paso, hoy bebo agua y vuelvo a llenar de flores la sala. Macaria me observa desde la cama. Me cuida. Me aguarda.

Tan cercano, tan al alcance de mi mano que olvido que está. Lo que se tiene frente a los ojos –aún no sé cuales- se pierde a la vista. Es necesario abrir el cinito y ver por ese otro que guardo en lo cotidiano. Que mi memoria sea de una sed pausada, una sed que repita la calma. Que distinga sus pasos.

Mi cabello baila a voluntad propia, tan fragmentada que me siento entera. Los brazos, las piernas, el abdomen, el rostro, los dedos, las rodillas – esas que crujían-. No tengo miedo. Respiro. Recuerdo, solo basta tomarme –si, tomar.me- y vuelvo aquí.

Dejé de devorarme. Me llevo dentro.
Hay unos.




Algunos.
Los menos.
Los más.
...algunos -aún no sé donde- que saltan.
Hoy re.tomo eso que me dije aquella tarde en que se abrió la tierra y por poco me tragué.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Las busco. Las encuentro. Busco en sus rostros la respuesta a tus miedos. Bajo la lluvia y con los pies mojados me convertí en un monstruo sanguinario. Quería decirte –así, bien bajito- que no te haría daño.

Algo parecido a la intuición me dice que irás con ella. Conozco tus movimientos a la distancia.

Bruja. ¿Maga? No. Ninguna de las dos.

Al parecer, lo olvidaste, hoy, yo también podré.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Juega con las palabras.



Tu nombre.
en el es. El nombre, mío. Este. En espejo, es una canallada.

La daban por muerta

ella dijo NO

lunes, 6 de septiembre de 2010

Los violines anuncian Breathe ,la orquesta se esconde en la cocina. Sin letras la música es el primer lenguaje. El chelo anuncia la entrada. Ropas bajo la mesa. Recostada, las manos caen al vacio interminable que alcanza el suelo. Festín de sus dientes, la voz se ha fugado. Los ojos suplican que la devore entera. Que no deje rastro de lo que fue piel, de lo que fue carne. Que desgarre incisivo, sin piedad. Que mastique hasta el último trozo de lo que recorre el mantel. Los ojos abiertos, la boca apenas si se cierra. Los labios tiemblan. Las piernas también.

El recorre con los dedos su rostro, dibuja labios sobre la boca, hunde el índice en su garganta, Schubert se apodera de las paredes, recorre sus brazos, su vientre. Decide abandonar el comedor, se sienta en el sillón marrón. La observa. Los senos caen suaves, con la cadencia temprana de lo que aún no es sino más que un campo forastero. Disfruta verla tendida ahí, temblando las ganas de morir.

Una lágrima se escapa hasta el cabello. El voltea a la ventana, los pájaros comienzan la danza frenética que anuncia la partida del sol. Sus cuerpos cambian de color, son ocres, desierto en medio de la ciudad.
Su cuerpo asemeja las dunas por explorar.

El abre la boca para simular palabras que ella no es capaz de escuchar. Las ganas se escurren por los muslos. Él.

La violencia de los violines lo mimetiza con el sillón. Ha desaparecido. Ella. Ella reposa en el comedor, la cena que se enfría al calor del después.

domingo, 5 de septiembre de 2010

andanzas

Algo está pasando. De otros tiempos me invaden, siento sus flores en mi cabello. El olor de su café cuelga en mi ropa. La leña, el lodo, los muertos.
Tengo su sonrisa en la esquina del ojo, al otro lado del lagrimal.
Me tienen agarrada de los pies. El agua fría que recorrió mi trenza. Cuando fui aquella mujer que se comió la montaña.

Y respiro eso que solía llamar sin duda. Y me amotina la garganta la palabra que hoy, escribir cortaría.

No, no todo es sur. Yo sé del mío.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Entre otras cosas, respirar. Nunca te creí del todo. Y mal hubiera hecho si alguna vez hubiese creído entero lo que decías. Lo creí media hora, lo que durase la taza. Lo creí en la carretera, antes de las luces. Después llegó la sombra. Hoy el agua borra tus pasos. No sé ya qué creí cuando hablaba. Te gustaba pensar que yo era eso que encajaba con tus modos. Te encantaba creer que podía romperte. No. Aquí solo me rompí yo.

Y ya no hay más nostalgia en mis letras, si quieres verla adelante. No la hay. Lo que hay es una vieja costumbre. Como pararme en medio de la noche y tomar un poco de agua, no es la sed, no son las ganas. Son los pies que van directo al vaso, sin saber por qué lo toman.

Así te escribo hoy. Sin saber por qué. Sabiendo que no leerás. Porque mis letras son lengua muerta. Porque me es necesario a-sincerarme justo hoy. Hoy que intento recordar tu voz y no llega más que mi propia voz.
Esta noche escribo desde aquí -ese lugar donde alguna vez fui- para decir lo que he guardado en el silencio de las ocupaciones.

De lo que importó -cuando tenía miedo-al tomar-me.

Hoy me cuesta reconocer a esa. La que me observa lacónica.
Desde que las letras se guardaron entre el ruido de lo no importante. Cada vez más tiempo, cada vez menos fuga.
Nada, no pasa nada.
Y si quiero, si así lo quiero aún soy capaz de meterme las manos por los ojos y saber que aquí, en ese lugar todavía fuí.

martes, 31 de agosto de 2010

Distender

La cosa más sencilla. Dejar girar la perilla.
El miedo más profundo. Dejar tirarme desnudo.
Los gritos desesperados. Esos, de cuando estás a mi lado.
Escribir con el alma pura.De roca, de fuego,como una bruja.
Lee esto cuatro veces.Será lo que dicte tu mano.Escribirás mi nombre en tus labios.Dejaré mi embrujo bajo tu lengua , sacarás todas las prendas.
El caldero bien caliente. De ti, de tu leche.
Sabrás de lo que fui capaz aquél día,cuando dije que te mentía.
Y si escuchas con atención sabrás que esto no solo es rendición. Dejo los versos por partituras.
Dejo tu cuello, tomas mi cintura.
Somos los animales vivos de entre las piedras,somos y fuimos aquello que no se confiesa.
Mi humo. Tus calores.
Dejaste que trepara, que fuese felina en tu espalda.
Si la memoria se aleja, tranquilo, esta bruja no es de guerra.

lunes, 30 de agosto de 2010

Despertó. El olor a un sexo de no sabía que hombre.

El asco, cuando es tan fuerte corroe la paciencia. Se lavó el cuerpo en penumbra para no saberlo entero. Dejó las llaves en la puerta. Dónde está.

Todo había penetrado. Ella había caído en cuentas.


No hay nadie aquí. Hace años que nadie para por acá. El olor, el nauseabundo olor que delata las memorias.

jueves, 26 de agosto de 2010

Empaque.

Agítese antes de abrir.


consérvese a temperatura ambiente.
No se deje al alcance de los niños.
ESTE PRODUCTO ES NOCIVO PARA LA SALUD.
Evite el exceso.
Mi abuela dijo "más mata una duda que un desengaño". Lo que olvidó fue que "Sobre aviso no hay engaño".
...y si vos no me engañas. Yo no te ato.
¿Quién tiene miedo?

miércoles, 25 de agosto de 2010

pocas son las cosas que me producen tanta felicidad y tristeza.

La última página, que no llegue, quiero verla.




Toda historia se cuenta a pesar de mi.
Quizá hoy cumpla mi palabra.

martes, 24 de agosto de 2010

De Velar. develarme

Como si fuese una extranjera en este cuerpo que carga la voz. Cual inquilina de paso llevé a cuestas los apaciguados arranques de fuego.
Más que una decisión, asunción.

Dejé atrás la forma y mimeticé el silencio.
Enfundé el nombre en cada uno de los huecos.

Sellé con determinación ancestral la fuente de todo espasmo.








Es ese otro, ese Extraño que pareciera tan conocido.
Un cuerpo nuevo que repele los miedos.
Es en ese roce que recuerdo lo no aprendido.
Son sus manos las que recorren estos, los ahora míos, senderos.
No sé su nombre. No sé de sus miedos.
Las viejas costumbres se escapan como peces por los dedos.
No recuerdo su silencio, escucho su voz, su voz en mi oído. Tan suave, tan dentro como el canto mío.

El café no cabe más en el congelador, el fantasma que guardo ahí ha robado todo el espacio.
Las arñas recorren la habitación. Son las dueñas hoy que mudo de color.
NO SOY.
Ella tampoco fue.
Desdoblo la cueva, recorro en silencio las grutas que trazaste para aquella mujer.
La garganta me traiciona. Mujer.

viernes, 20 de agosto de 2010

¿Será que te esconderás? Ya me cansé de encontrar.




De repente, casi pegado al suelo, con el pecho directito al centro de la tierra.
Soltamos las bestias.

jueves, 19 de agosto de 2010

Decir que era una cuestión moral resultaba sencillo, de más. No, el asunto jamás fue ni será moral.

Está en otro plano, como una hoja sobre puesta. Sin bien, sin mal.

El sinsabor.


De los que pretenden.


Y esto que se queda a la orilla de la epidermis. Y esto que se dice cuando no hay nadie que escuche. Porque no son palabras con sonido. Son palabras que se mezclan con la tierra, con el agua. Llueven las paredes y anochece a toda hora.


Estos caminos que no fueron a Roma.

- Ahora es que llega -



el día en que me sienta completa dejaré de escribir.

domingo, 15 de agosto de 2010

Furia. Estas son las notas de mi furia por usted.

Usted que se aparece cuando falta por borrarle el último de los pies.

De usted y todos los que ha sido. Del mar que acaricia la letra que transforma su piel.

La furia que me carcome de la manera más jodida.

De que veo tu nombre y sonrío en automático.
La traición de los buenos deseos.
Eres más fuerte que todas las pestes que han azotado mis tierras.
Ahora danzo desde dentro.
Más fuerte.
a vos, a ti, a usted, a ese que no termino por matar, porque la muerte le ha quedado como anillo al dedo.

viernes, 13 de agosto de 2010

Y nada. Quizá sea este insomnio que me cargo, o tal vez que cuando la naríz se enfría esque la mano se calienta.

Fácil es tomar lo que se ofrece como propio. No hay tal.

Que llegue el goce, que pare la fantasía.

¿Y qué pasa cuando uno olvida qué es eso que se llama fantasía?

Por ahora con tapar las ventanas. Que nadie entre.

El perro aguardó en la escalera. Tomó por sorpresa el baño, el fregadero su guarida.

Nada. Esta casa es mía.
Si, el cuerpo olvida.


jueves, 12 de agosto de 2010




No sé...quizá con suspender la imagen baste ya.

sábado, 7 de agosto de 2010

Esa que no es tan civilizada.


Si.
mentira.
Aquí no llegas. La sombra.

....doy un giro y olvido por qué comencé.



jueves, 29 de julio de 2010

Pedaleos

La creciente llegó. Cruzo el río por el puente medio desquebrajado, de frente, un par de vacas me embisten. Nos vemos directo a los ojos –algo tienen las vacas, será que tienen mirada- pasamos de lado. Seguimos nuestros caminos.

La vereda un tanto enlodada, la tierra de un marrón que se antoja, como chocolate de tierra. Los maizales a media vida. Parece que este campo tiene todos los verdes que existen. Las nubes bajan y acarician los cerros. Las golondrinas frenéticas danzan para despedir al Sol. Los grillos anuncian que la lluvia aún no termina, que solo es un descanso.

Y pareciera que el pedaleo refresca la vida y apacigua los fantasmas.
De regreso las vacas se han trepado a un montecito al lado del río, se hablan en un idioma que solo ellas comprenden.

Me detengo al borde del puente sin barandales. Sujeto la bicicleta como si ésta fuera parte de la tierra. Los árboles estáticos dejan que el río hable. Las olas cantan y unas cuantas van contra corriente.

Pasan dos viejos en bicicleta, voltean al río, no lo preguntan pero sé que quieren saber que veo.

Las olas y el río. Las rocas cantan desde el fondo.

Son bonitas las tardes después de la lluvia en un pueblo bicicletero.


miércoles, 28 de julio de 2010

Casi

Casi olvido por completo el bálsamo que mantuve escondido.

Oculté tan bien las manos que las termitas las devoraron.

Casi llego al final del risco.

Repito en espejo lo que mi lengua ha reposado.

Por ahora me basta con suponer y qué más da si así fuera.

Resplandor del alma. La vibración eterna que conjugan los pájaros. Dónde dejé los astros.

El universo se escurrió por las manos, las termitas. Ellas lo tienen todo ahora. No basta con darlo.

Me basta con gritarlo.

Basta.

Casi consigo olvidar que temblaste en mis manos.


miércoles, 30 de junio de 2010

el otro lado

Algunos podrían decir que es un chaval, quince años recién cumplidos.

Trata de parecer más grande, habla con seriedad de temas que entre más se escarban menos importan.

Le habla de usted, como le enseñaron en casa, se ajusta la camisa y levanta la mirada. Un hombre hecho y derecho con el pudor sin explotar.

Caminan juntos. El pregunta su edad, ella sonríe y lo invita a adivinar, solo le faltó un año.

Esta por decirle algo, se voltea y encoje los hombros.

Ella espera en la banqueta. A lo lejos escucha la voz de su madre, le dice que vuelva temprano.

La vergüenza es traicionera, se escapa por la piel.

domingo, 27 de junio de 2010

Si algo me daba miedo era abrir las ventanas para que entrara.


Reposo en el sillón, el café aún caliente. Mis pies se acarician en tregua con el silencio.
Hoy entró.
Aún tengo miedo.

jueves, 17 de junio de 2010

Te cuesta, no es fácil.Quizá es tan fácil que por eso te cuesta. Un lugar conocido, aquel que abrías en tardes de patios mojados.
Cuando tenías todo lo que eras. Ahí estaba la bruja, el pozo. Te hundías y viajabas a las entrañas de la tierra. El cielo llevaba tu nombre, por eso las noches eran para ti.
Tapas el rostro para poder ver. Arrancas los ojos que te han cegado.Sonríes y te quieres carcajear. Eso de lo que no eras capáz. Abrir las manos para moldear energía,todo el amor que no cabe en este cuerpo. Tuviste miedo, terror ante tus miedos. ¿En qué momento endureciste de tal manera?

Llegan las viejas costumbres,eso a lo que llamas "vergüenza". Sonríes de nuevo y bailas por dentro.
Se vuelca dentro de sí, se toma, hace el amor, las manos en las rodillas. Si, aún soy carne.
Las luces flotan sobre ella, comienza a dibujar con las estrellas. El universo ante sus ojos, esos que no saben de colores, que no saben de formas. Justo aquí donde saber estorba.


Es aquí donde se está, se es. La palabra no basta para dibujarlo.
Femineidad. Parirse sin ser parido, tenerse sin tomar absolutamente nada, esa distancia entre el fuego y su rostro.La urgencia de plantarse en ella, la que le habla, la que la jala hacia sí.

Tierra madre luna estrella. Juegan entre danzas a contar las historias que hasta entonces han guardado.

Les ve tan lejos, tan pero tan cerca. Un orgasmo inagotable sacude su ser ( si, porque ahora ella habla del Ser). Se vibra por dentro -que es fuera también-.
Se toca, se siente. Re-naciendo.

jueves, 10 de junio de 2010

que son dos las ocasiones en que he dado esto. Hoy la tierra no se abrió.

Es hoy que veo que la ventana para saltar lleva hacia mi cuarto.



19:00 hrs. Para no confudir las estaciones.


que si tengo que pintar todo de blanco lo haré.

Todo se puede borrar.Aquí no hay error.
Dejé los lamentos para viejas estaciones.
Porque esto se queda conmigo. Yo, esta que soy. De fuego puro.


Siete p.m.

Cambié el humo por flores. El letargo por movimiento. Las calles por veredas. Hoy conocí el puente que tanto buscaba. Lo crucé despacio como si no pasara nada, y es que en realidad no pasa nada.
Esto de tomarse tiene su precio. El insomnio.

Tengo miedo de tener miedo. Aún no llega. Quizá que no llega.

Mis huesos responden como algo nuevo, los perros me observan y contrario a lo que pienso no se lanzan contra mis ruedas. Me observan, ahí, en silencio.

Cruzo con otras bicicletas, sonríen; los otros están demasiado cansados para la cordialidad. Ellos andan por deber yo ando por placer.

Encontré mi túnel de árboles, casi dos años y apenas lo vi. Tan ciega en el asfalto. Caminos de tierra.
Metic está conmigo, yo me soy en ella.

Sería una farsa no decir, que de repente, al girar el manubrio cuando el camino se parte, imagino, más por costumbre que por deseo que me acompañas.

martes, 8 de junio de 2010

Réquiem.

A cada paso del Elefante cae un trozo de su duro lomo. Va descarnando-se. Caen despacio las arrugas duras que lo cuidaban del Sol. Esas que conservaban fuerte su andar. Cae todo y ahora es en carne viva. Cae de a tirones la carne. Casi un esqueleto, casi un cuerpo.

El esqueleto paquidérmico es música ahora. Los huesos en polvo caen de a poco.

Un puñado de Elefante cae. Suave montaña son sus cenizas.


La tierra lo traga. Comienza a llover. Algo nace.

miércoles, 2 de junio de 2010

Río bondadoso. Corre y alimenta la vegetación a su paso.

Temporada de secas. El río se convirtió en mar.

Hay cierta vegetación que muere con el agua salada.

Bienvenidas las algas.

martes, 1 de junio de 2010

Busca incesante, como un náufrago que alguna vez vio agua en esta isla. Yo no quiero ser buscada, si acaso cruzar alguna línea.

Reclama sentir, reclama mi estar. Yo no alcanzo a responder siquiera. No llega el reproche.

Me nombra como falsa, ahora soy yo la que utiliza. Rio por dentro.
Ridículo me parece. Nada es suficiente.

Sí, estoy cansada. Sí, trabajo por la mañana, no puedo pasar toda la noche charlando y deshaciendo el mundo. Quizá si puedo, pero no quiero, al menos no con él.

Porque puede tocar mis manos, porque si los labios se posan yo solo imagino otros.

Porque soy quizá eso que tanto detesto.

Con él. Con ella.

Porque estoy en mí, al fin.





Si comienzo por decir que fue un lugar conocido tocaré mi frente.


Si me pongo bien valiente diré todo aquello que guardé en el cinito de medio día.



Yo miraba directo al Sol, la luna lo cubría como una tapa de lata.

-No mires directo, hace daño-



Unos no ven para no hacer daño, otros no ven para no hacerse daño. Yo veo, directo, con todos sus daños.


Hoy no hay tapadera en el cielo, las manos sobre los ojos. He aquí mi universo.

martes, 25 de mayo de 2010

Comienzo el primero que va en serio.

Los otros se han convertido en un "para" ya que están hechos.

Este va para él. Sale de él. Terminará en él.


Si dicen que los trazos hablan, que respiren por mi.



Aquí no las tengo para pintar, montaré una de ellas y mi caballete girará.

La fugáz.

lunes, 24 de mayo de 2010

Por qué no soy poeta

Sea la luna la que desdobla la respuesta. Sea la noche la que agazapa la tristeza. Sean estos los retazos de aquello que pudo ser un poema.

En espera de la muerte, aguardo.




Serena, serena y morena.

Impedida

Un pavoroso acceso de nostalgia ha llegado. Me acompaña en cada paso, me rasga cada parte de la piel. Y ahora que lo escribo y suena así tan dramático es cuando comprendo que estas palabras no dicen nada en verdad. Por eso he de mentir, para crear verdades que lleguen a penetrar lo que las mentiras en bruto no alcanzan a tocar. Son tres miradas las que conozco. Esta no la reconozco más.

Testaruda, torpe, terca. Las historias como estas quedan bien en las novelas, quedan bien en Cortázar, a mi me sientan como otra cosa que no puedo aún descifrar. Cuando vi la entraña de mi carne, cuando probé por vez primera eso que ahora llamo por las noches.

Fortalecí los pies, pensé que el caer se encontraba en ellos. Torpe. Como si mis piernas fueran de otro que no es este. Como si eso que llaman experiencia no me tocara y entonces soy nueva, en repetición.

¿Loca? No lo sé, si lo cuestiono quizá que no tanto. ¿En espera? Quizá son mis patadas de ahogada, en el fondo del río, arrepentida por haberme tirado al vacío.

Conozco el sendero, lo he recorrido a oscuras, lo he recorrido a media luz. Lo que no conozco es este acceso que me abraza en minuto. Será que con eso de las despedidas nunca he sido buena. Cuando ingenua pretendo hablar y un par de manos que solo yo veo aprietan mi garganta, cubren mis labios y entonces lo que sale, el sonido que exhalo no es el mismo que recorre mi silencio.

Y bueno, si lo fácil es escribir cuando uno está así, pues lo haré entonces. Sin parpadear, para que se marque por lo menos aquí.

Estos inútiles esfuerzos, como fugas de tren. No quiero dar menos de lo que me doy, es que aún no aprendo.

Con los lunares como estrellas podría hacer una galaxia. Esa que solo podría ver yo.

Mi brazo fue rasgado, porque pasé sin cuidado, porque también lastima, no él, el está quieto, respirando, dando eso que no veo pero que tomo. La que se rasga soy yo, la que se tira con ojos agazapados soy yo. La que no dice nada aquí, pretendiendo dejar.se. Esa fui yo.

viernes, 21 de mayo de 2010

Esbozo del Ser.

Cada inhalación me lleva directo a tu piel. Siento. No imagino, siento, estoy. No toco nada en absoluto, cierro los ojos y vibro cada poro. Te hago eso que llaman amor, me hago eso que llaman amor, soy, entera, soy entero, eso que llaman amor.

Puedo ver nuestros cuerpos como alegoría de eso que flotaba más allá de los mismos, la danza del Ser dándose. Lo que se desdobla como una cáscara fresca. Cuando las paredes del cuerpo quedan lejos y se danza suavemente, como si fuese el primero de los días.

Siento por dentro de la piel el beso prolongado, me colma de lluvia y mañanas azules. Las manos son de ternura, son estos los dedos que hablan cuando me gusta callar, son estas las manos que moldean y se dejan crear. Respiro despacio, exhalo suave. ¿Sientes esto?

Solía pensar que me volvería loca, solía pensar que moriría ahí. Hoy muero y renazco en cada parpadear. El orgasmo se conduce hasta lo más recóndito de mi vientre, me tengo desde la punta de los pies.

Esto que Se es. Recoveco inconcebible, solo si me doy la oportunidad de no comprender lo que está pasando, solo si dejo de cuestionarlo. La cuestión es que ya no cuestiono. Está. Soy. Doy. Vibro con una suavidad tal. Es. Ser.

Los gerundios vendrán a su tiempo.

jueves, 20 de mayo de 2010

Ese lugar donde vivo...


Me llama mucho la atención ver a los vaqueros, o no sé cómo se les diga, pero a los señores del campo, que andan ahí con su burro, montados en el caballo y con un perro al lado, generalmente el perro trae la lengua de fuera y la cola mueve y mueve de un lado para el otro.

Hoy pasó otra vez uno de esos hombres, primero vi el caballo, luego salté al sombrero del hombre y su diente brillante, seguí por el chucho con la lengua de fuera y ya que me dirigía al burrito mis ojos se abrieron como un par de ventanas y que le veo las patas. Eran de zebra. No lo podía creer, entonces me empecé a reír, y el señor se reía todavía más. Acérquese, tóquelo pa que no me le haga mal de ojo. Nomás que es medio bravo, todavía no está mansito. Lo acaricié y se quedó quietecito, como si nos conociéramos de rato. ¿Es zebra con burro?. Eso mero, me lo acaban de traer. Ah, está bien bonito oiga. Gracias, si, está muy bonito. Y se fue lento con su caballo, su perro y ese burro-zebra precioso de patas mágicas.

Que le vaya bien, a usted también.

Regresé a mi congelador personal, a jugar con el que se quiere morir mientras se tumba de la risa con el burrito zapatista que acompaña mi computadora. Oiga ¿cómo le hago el cuello? ¿recuerdas mi nombre? Si, ……. Ah pues me puedes decir así si quieres. Ah si, me gusta más, cómo le hago el cuello ……
Vuelvo a mis teléfonos, el internet, los coches, el asfalto. De vez en cuando ( cada vez más ) salto a los edificios y trenes. De repente me voy para la montaña. Salto de uno a otro, para ver en cual de todos soy eso que se guarda constante.

Porque anoche acampé en su azotea, con la fogata más inmensa y dolorosa de la tierra. En las mañanas me arrullo entre carreteras, me dejo llevar por sus ruedas. Sueño que está ahí, le invito a mi lado, se sienta y sonríe. Entonces se desborda como una presa sin castores todo esto que me recorre enterita. Cuando en el ovillo besaba mis manos, porque era hermoso parirse sin dejar de ser lo que fui.

Ahora sé que nunca dejé de ser capaz, nomás tenía que dármelo primero. Y ahora si…¡que nos agarren confesados!

Porque cuando el río suena…es que agua lleva. Y yo, yo soy una presa sin castores, lista para volar.
Aprendí a no decir lo que hago porque luego todos quieren algo.

Hoy aprendí a decirlo para aprender más.

Mis muros son suaves y se convierten en puentes, veo por debajo de los árboles la sombra del fuego que los consume. ¿Duele? No. Sé que aunque te quemes renacerás. Mi cerro favorito. El que cobija mis noches, hoy guardé los párpados para ti, para cantar por dentro tu nueva Luna.

¿Despertar? No. Me duermo sobre el asfalto para saborear lo que llega de pronto. Siento eso que pasa recorriendo todo el cuerpo,el rostro en caricia contínua. Continúa.

Bonitos los días, hermosas las noches. Danzo bajo las estrellas y ellas juegan también. Somos unas niñas en la azotea sin miedo a caer.

De los sueños que tengo, hoy tuve el mejor. No sé si sea el mejor, pero hoy, por lo más, me recorre todavía.

lunes, 10 de mayo de 2010

Un teatro montado sobre mi cuello, ahí es donde hacen eco sus voces y entonces intento pronunciar la mía. No la escucho, los escucho a ellos, escucho los violines, el cello. Son un montón de capas que recubren los pensamientos –no hay pensamientos sin la voz- No escucho mi voz, la perdí, están los violines, me llevan a las luces, el gigante abraza el árbol y llora en su tronco, luego lo abraza enamorado. El gigante, el árbol, el gigante, el árbol. Esa casa me está hablando, se está burlando de mí, me están observando, quiero las sombras para dejarme ahí. Quiero la sombra de mi no voz, de los violines. Me señala con el dedo, desde la esquina, yo estoy escondida en la escalera de caracol, soy invisible, me lleno los ojos de sus luces. El me observa, no tiene rostro, dobla la esquina y crea otra dimensión, se pierde su silueta. Me asusto y siento como se entumen los pies. Aparece de nuevo, las luces siguen parpadeando, se burlan de mí. Sin voz no hay palabras, sin palabras no hay ideas, estoy al fin aquí llena de música, sin pensamientos.

¿Cómo pude escribir esto? Sabía que no recordaría lo que decía el gigante, no quería tratar de recordarlo, no corrí hacia la libreta, me quedé ahí, escuchando los rostros de los gigantes con pañuelos, en su reunión de sombras. Me quedé en la punta de la escalera, con la noche jugando en mi cabeza.

domingo, 9 de mayo de 2010

Escuché mi voz, la que perdí hace un rato. La escuché salir de su garganta y entonces pasó.

Me siento desde la uña del dedo en el pie hasta la punta de mi enredado cabello. Como un roce que no termina, mi piel se toca por dentro.

Me siento y hay una sinfonía recorriéndome (riendo me) Momento, tiempo de jugar:
Recorriéndome Riéndome Me Riendo Meriendo Riendo

Estoy.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Algo que escuché:

Hana: Then I tell myself he spends all day searching, in the night he wants to be found.

Kip: I do. I do want you to find me! I do want to be found.


Algo que olvidé.

lunes, 3 de mayo de 2010

treguas

Y de repente, como por arte de magia esas palabras que fueron verdad son tizas al viento.

Florecían sobre mí, el viento acariciaba todo mi cuerpo, abrí los ojos lo más que pude, lo tenía, en la punta de la lengua, está aquí. Esto que soy ahora que tú eres eso por fin, eso que jamás serás.

Tengo varias para ti, tengo una nostalgia corroída por los años.
Tan volcado en ti, con todos tus viajes, con todos tus nudos.


Ya no hay mas enojo, hoy veo claro como te enredas entre tus propias manos.
Al fin me tomo, me bebo, soy esto que ha dejado de lado lo que fue un siempre añorado.

No tiene por qué ser. ¿Cómo se extraña lo que no está?

Te dejo por la paz.

jueves, 29 de abril de 2010

Espasmo

No sé a qué se juega cuando se busca entre las manos el sexo del lejano.

No sé a qué carajos se juega cuando embisten las sábanas la húmeda evidencia de aquello que ha sido guardado.

Tirar zarpazos al aire para que arañen la espalda de aquel que aún no se sabe –lo deseado-.

Frenesí por el desnudo. Dibujar a carbón (en honor al polvo) los cuerpos que juegan a la bestia de cuatro piernas.

Una advertencia entre los muslos para todos sus miedos.

miércoles, 28 de abril de 2010

mis nuevos

Dices que no tiene por qué doler, dices que no me pertenece, dices que en pláticas de café nos quedamos y que de aquí no pasamos.
Yo digo que aún soy muy pequeña para no soñar. Yo digo que ya soy muy grande para disimular.
Ellos dicen lo primero que pasa por la lengua, ellas callan por temor.


No es falsedad, a mi me tiembla esta tierra que nombro como propia. La sorpresa no me ha abandonado, hay de mí el día que deje de gritar.

Con la piel china y los ojos bajos trato de armar este rompecabezas que he guardado por años. Tirar todo por la ventana y seguir la pasión. Apasionarse con lo que se es cuando lo que se fue rompe el cristal.

Aún es muy pronto para añorarse.



Hoy me añoro.

martes, 27 de abril de 2010

Nocturnos

Los rostros impávidos ante la miseria. Algo languidece dentro, no, no es tristeza.
Caminan rozando sus sexos hambrientos de faltas. Celebran ebrios de voluptuosidad la fiesta de la carne. Se toman, se dejan. Todo lo que se pueda tocar, todo lo que se pueda penetrar. Ya importa menos que nada si se es o si se parece. Lo importante es eso, parecer ser, creer ser. Marcan los pasos zigzagueantes entre los restos de la noche que degollaron con los muslos. Se sabían frenéticos de esa carne que imaginaban bajo los vestidos, el sexo endurecido entre dolosos bailes.
Juegan a la cercanía y son estériles de hambre. Se toman por detrás como perros en celo, se dicen todo lo que prometieron guardar para los tiempos del buen cortejo.
Mujeres y hombres desnudos embisten la noche como la primera de todas las noches. Se saben lejanos, se saben ácidos.
Son esos que creyeron desnudar, son esos que creyeron follar. Se tocaron, desnudaron los muslos y jugaron a estar.

martes, 20 de abril de 2010

Acantilado

Mutó. Es otro, o quizá la que es otra soy yo. Me salva la distancia, me salvan los caminos sin encontrar, tengo la mirada fija en el punto que no dejaré de callar. Será mio y con él vendrán todas tus mareas. Las dejaré pasar como lo ajeno, no conozco de piel eso que tengo por fuera de los dedos. Ahora es que llegan sin orden, se dejan y llegan estas que no pronuncio yo. El terror de hablarte eso que me acostumbré a guardar. El terror de tocarte, el miedo que es tu piel. Era. Fuiste otro. Fui otra.

Nos hemos reencontrado en esta maraña, ya no hay más desierto, ahora veo las cordilleras pobladas de árboles.
La tierra tiembla y no es por ti, la tierra suda, suda de sí.

Solía pensar en ese momento, solía dibujar tu cuerpo dentro del cuerpo mío. No alcanzaba, apenas desnudar la espalda. Más lejos no podía estar. Te tengo dentro, desde hace tiempo ya.
Mutas y te escucho gritar.

Aún no recuerdo el centro del volcán, me tomó entero, me tomó desde los pies, caló la carne. El fuego tomó mis piernas, incendió los recuerdos. De pronto fuiste eso que se vomita, como lava, vómito de la tierra. Tenía que tirarte lejos de mis entrañas, tenía que dejar que las palabras se quebraran.

No, no tenía, solo fue. Se presentó sin que lo llamara, sin que lo planeara. Desaté la marea que los tritones guardaron entre mis pestañas. El azote de los mares en tu espalda. Domé la bestia para soltarla.

Alguna vez te mentí sin saber que lo hacía, la mentira o la verdad más nítida que te he dado.

Con la mirada absorta en esa que fuiste entre la calma, con la mirada baja porque no se sostiene nada. Entonces volvió desde el fondo de la añeja infancia, sus faldas largas y esa maldita mirada.

La que siempre me perseguía, la que robaba lo que amaba. Tenía el cabello largo, las uñas afiladas. La veía en la pileta, sonrisa macabra. Hoy la encontré, se dibujó en el espejo.

Las sombras me acorralan, no quiero su rostro, me dobla. Siendo lo que fue esa que no fui yo.

Algo hizo lazo, algo se anudó por dentro. Hoy no me quebro, no puedes no estar. Hoy no comprendo, es ahí que llego.

..... como si fuese eterno.

lunes, 12 de abril de 2010

abril

Fui la desconfianza del que se sabe esclavo de la lengua. Soy la honra de los que callaron bajo los puentes.


Quiero tus pasos a contra luz.


De eso que me grita en las manos cuando te tengo de frente.

De los demonios que viajan por mi pecho cuando te vas tan lejos.

Ahí, justo frente a mi, tan lejos ya.


Porque pueden tenerlo todo, porque pueden serlo todo. Hay madrugadas en que parezco otra, ellos me muestran otra.


Es entonces cuando llegan tus manos y los caminos se acentúan.


Aún no puedo mirarte como se mira eso que se olvida de a poco.

ah ah ah


He venido a este centro de la nada pa gritar
...Que tú nunca mereciste lo que tanto quise dar.




¿dónde es que encuentro este desierto?



He venido al desierto pa irme de tu amor
Que el desierto es más tierno y la espina besa mejor . . .


-¿lo quieres encontrar?-

jueves, 8 de abril de 2010

Trataré de explicarlo:


....es como cuando lloras tanto que de repente no recuerdas cual era la razón. Te llega un llanto de risa, te acuestas, te duermes.

Al rato despiertas, como a las siete de la tarde, no sabes si es de noche o de día. Las lágrimas siguen al borde de los ojos, algo agazapa el cuerpo. Entonces tocas tu pecho con las rodillas, las manos en los pies. Algo se borra y no sabes por qué.

Hoy me resultaste tan extraño que toqué mis pies.

¿Me explico?

miércoles, 7 de abril de 2010

espiral

Sostenida fuera de toda gravedad. Le veo desde lejos, los colores son oscuros, algo brilla ahí dentro. Puedo tocarla-no-. Casi una caricia-no-.

Tenía todas las respuestas en la punta de los dedos, acaricié suave la telaraña que se dibujó.

El ruido es tal. . . no quiero volver, aquí estoy en paz.

Todos se han callado, al fin esta ese sonido puro frente a mí. La piel se rompe, no la necesito más.
Me fundo en ella, soy sus poros, soy su levedad.

Vienen todos los nombres, me atraviesan uno a uno. Los dejo pasar. Vienen sus voces, no las escucho más.

He saltado la línea que dibujé hace tiempo. Otra vez la veo recostada, otra vez con la sonrisa casi dibujada.

No más mujer. No más eso que nunca fue.

Roca pura, mineral incandescente. Ya será tiempo de sus jeroglíficos.
Hoy soy su prehistoria. Mi antaño no es tal.

martes, 6 de abril de 2010

de los danzares

Vuelvo a la tierra y danzo en ella. Resulta que el cuerpo hace más que la palabra y yo lo suelto para que vibre sereno como el venado en soledad, que tiemble cual jaguar al acecho.

Porque hoy he de re-encontrar eso que me jaló de antaño a la raíz.
En oración. En rito. En trance.

Cada uno intenta nombrar. Aquí yo no necesito nombres, aquí soy parte del ritmo, aquí están las piernas que pensé quebrantables. Todo eso que creía incapaz.

La línea del dolor, cuando la palabra dice: no más. Es ahí cuando los brazos, el vientre, los pies, todo se es entero y responde: aquí está.



Danzo y no es para encontrar. Danzo por estar.

Sus dioses y mis demonios me toman por el cuello, el cuerpo se dobla y comienza el ritual.

Eso que vibra, eso que jala.

Cual barro que se dota de forma, cual masa que convierte mis manos en su instrumento.


Eso todo esto que vibra, eso que llega, eso que está.


todo esto o t e d s e o s t d está esto todo esto es está

lunes, 5 de abril de 2010

Eso que apasiona y no se habla.

Eso que se lee pero no se escribe.

....porque no estoy lista.

Falta tanto aún.


Quizá falta nada.


Me pones la mesa libre para soltar las cartas y yo me quedo temblando.

No sé decir de eso que digo cuando escucho.


Y bueno, quizá que si sea el momento. Quizá que ahora mismo lo es ya.

domingo, 4 de abril de 2010

Y si es la esperanza lo último que muere.

¿A quién tengo que matar antes?



jueves, 1 de abril de 2010

De angustias.

Pesada, como una roca que cae lento al fondo del mar.

Eran ancianas y reían como brujas frente a mí, seguían mis pasos con las cuencas vacías. Ojos no, mirada si.

Entonces el llegó, alto, moreno, el cabello revuelto, como recién llegado. Lo atravesé de frente, sentí que algo de él se impregnaba en mí.
Duele, duele demasiado.


Que alguien me saque de aquí.

Y como suele pasar…las piernas no responden, quiero correr y no me muevo a ningún lado. El cuerpo como roca, caigo lento. Los peces son nuevos, caigo y tengo miedo.


Entonces me veo en esa línea, la veo recostada, la veo corriendo por detrás.

No, sueño no es. Solo quisiste saltar.

martes, 30 de marzo de 2010

Como peces, para flotar.


-Me fascina esa canción-


El pedazo que juntó.

Con que la estela… como cola de estrella.


Te nombré tantas veces.
Raíces expuestas. Como en el mar.



La palabra me tiembla, l i t e r a l.


( .átse euq , agell euq orto esE)


Mi parte favorita del día es cuando esquivamos charcos sin hablar.

Las sombras se abrazan cómplices y estóicas.
Es así como te profano.

lunes, 29 de marzo de 2010

Dx

Insomne

. ¿aprendiste?


Mientras menos más.

Dónde



. La jodida esperanza de no esperar.




.....y esque ya no sé si el hematoma es mío o yo soy de él.

Eso.

Justo cuando pensé que no había más.



"Dicharachera" -Ella sabe que no tengo la verdad-.

Y sin embargo aquí está. Ha tomado por sorpresa la casa, cuando dormía. Cuando estaba en paz.

Si quieres saber, lo tendrás.




Hace tiempo que descubrí, para mí, solo para mí este nuevo que me hace llegar.

( ) ¿Lo quieres? Tengo más.



La ventana bien abierta, el pudor tuvo que llegar.

Profanaste sin dejarme profanar.




... y que bien te veías en ese lugar.

domingo, 28 de marzo de 2010

Nuestro verano será.

Los grandes imperios han sido tuyos. Tienes en la mano todas las conquistas.
Es tiempo de nuestro sur, por tus cosechas, por mí sembrar.
“A ver si tenemos vida”.
Esto es.

Ese brillo en tu mirada, esa que últimamente me abraza en despedida. Caminaré a tu paso.
Hoy serás el protagonista de tu historia, no más ese viejo Capitán. Hoy serán imágenes y no palabras. Las letras pueden reposar.
Esa carta que no he querido redactar. Doscientos años de esto que te mostraré. Cien años de tu valiente favorito.
Mi valiente, mi amado valiente por saltar.

Con chocolate caliente, amargo. Esa será la tinta que te he de regalar. Si te cansas, yo espero. Lo que quiero es andar.


. . . .esta muchacha tan loca que te quiere a rabiar.

viernes, 26 de marzo de 2010

00:00

Quizá no sea demasiado tarde aún. Hace un minuto – menos – es que me di cuenta de lo que ha estacando la letra; el absurdo de pensar que se dirigen a dgegh. No, no van hacia dgegh, son mías. Una mujer en silencio son treinta revoluciones por estallar.

Es ahora que doy cuenta. Si, quizá y todavía tengo una esperanza y sea esta mi venganza.

He de tomar el nombre, he de salvarme al menos por hoy.

El asunto de la palabra esclaviza, por más que se busque no se llega a nada. Ahora lo veo tan claro que parece cierto.

Todo este tiempo revistiendo, entre líneas. Es mi nombre el que se devela.

No quiero verlo, no quiero escucharlo. Detesto la idea del último sonido en mi cabeza.

Por fin se han callado las voces, tengo que aprovechar y esconderme en la esquina de este salón, dejar que surja. Me estoy pariendo.

Por fin lo siento.

He desmembrado la mitad del cuerpo. Lo izquierdo. Que caiga entero, que se de al vacío, aquí ya no hay testigo.

Muda, suspendida en esta habitación.

Que se acerquen, que vean – morbosos como son- el cadáver que mitigaron.
Hoy es tiempo de hablar, no podrá parar.

Es mi nacimiento, puedo olerlo. Vierto la sangre de entre mis muslos, me convierto en algo duro, soy materia pura. Energía construyendo-me. Soy.

Fue un instante.

Los he dejado entrar.

domingo, 7 de marzo de 2010

fe de erratas

Esa fantástica habilidad de llenar de lodo lo que más quieres por la jodida prisa de quererlo ya.
Porque sabes que él ha resistido lo intempestivo de tu estar. De los crímenes que no has cometido, de las penas que vas pagando.

Ese miedo de que él y solo él tenga las piernas fuertes para no caer.

martes, 23 de febrero de 2010

Segundo piso

Tan sencillo como ir al micro tono que resguarda tu no mirada. Esa que se perdía entre luces por las entrañas de la ciudad. Respiramos al unísono las venas mal formadas por concreto desdeñado.

Olvidé tu nombre y gritaste piedad. Dijiste haber comprendido, dijiste haber guardado, dijiste todas las mentiras que pudiste para que no me quebrara.

Hoy todos pasan, hoy mi cabello se enreda en sus dientes, guardas los restos para ese mañana que nos aguarda.

Porque sé que cuando me rompo tu acomodas las piezas. Porque a ti no te nombro eso que ha roto mis medias. Porque me guardo inevitablemente, y aún tengo la caja con ese jazz que me enseñaste.

Y es que sigo pintando la azotea.

miércoles, 17 de febrero de 2010

disfraz

Horrible espectáculo ante un espejo que perdía las esquinas -¿Quién es esa que me mira?- disimulo la sonrisa y descubro surcos que no son míos, esa otra mujer me ha cubierto entera, me ha dejado en ascuas.

Apenas si podía pronunciar una palabra, te reías y me asustaba. Me hice pequeña y grande un millón de veces bajo la mesa.

Dejé de pensar y entonces caía poco a poco.

Esa bella sensación de no querer nada más – cuando lo que se tiene por unas horas es todo y nada- dejé de escribir cuando lo tomé en serio.
Dejé de pintar cuando comenzó a salir bien.

Me dejo a la deriva cuando sé que mis pies son débiles.

Unas medias rotas bajo la cama son el único testigo de eso que pasó mientras no pasaba nada.

martes, 19 de enero de 2010

a-sincerado.

Aproximasen sus cuerpos cual si fueran viejos imanes endurecidos de placer.
Alejasen sus cuerpos hinchados de orgullo, ese que llega al fin de cada estación.
Cambiasen sus números y encontrasen viejos sonidos.
Hicieran, dijeran, callaran, guardaran, soltaran.
Las posibilidades que esconden al final todas y cada una de las palabras.
Pasar el pincel y recordar que son agua.
Manchas al principio del platón vacío.
Que invocasen el olvido decididos a controlar lo que no pueden nombrar.
Que las ciudades se invadieran de silencio, que los autobuses se atrofiaran, que la gente sonriera cuando lo sintiera – ciudad sin dientes-.

Por que les encanta caminar sueltos, a paso ligero, porque les encanta sentir que no sienten nada, porque la intimidad se desvanece en su frívola libertad.

Y decir entonces que las cosas están jodidas, probar la mierda y compartirla entre amigos, tirarse al vacío para sentir en la piel lo que se lleva en la entraña.

Y que ganas de reventarles la cara a patadas, que ganas de decir que me importa un carajo todas sus nimiedades, que ganas de ser ese monstruo que arrullo en los sueños.

Tan sencillo que sería decir – me cago en vos-.