sábado, 4 de julio de 2009

Otro tiempo

Toda la atención de tus comisuras se vuelca a mis palabras. Cierras los ojos y escuchas, te vas conmigo a estos lugares, tus piernas responden, tus manos no duelen más.
Aquí, en este lugar, eres joven de nuevo, un joven bastante apuesto, podría enamorarme de ti.
¿Te enamorarías de mí?

Te contaré de la tierra que tiembla bajo tus pies.

Has viajado tantos años entre tinta. Saltemos, somos inmortales.

Me recuesto en tu hombro, te cuento del niño que murió aquí hace tantos años.

Tiene tu cara.

. . . y ahora si que somos inmortales.

1 comentario:

Unknown dijo...

ahora sí empezé a leer tu blog. no sé porqué se demoró hasta ahora ... tal vez porqué ahora al final estoy dispuesto a escuchar todo lo tuyo ... que bien que escribes, que honesto, que puro ...
... un poco me duele qué así nunca me contabas una historia de un loco, tal vez porqué era algo tuyo o mis problemas mediocres eran mucho más importantes ... me pregunto, como escribirás sobre los encuentros entre nosotros ... creo que ahora voy a dormir :-)