sábado, 15 de agosto de 2009

secretos de azotea

Alguna ocasión fuiste grunge. Un par de converse, las cuerdas rotas.

Hoy lo roto no se exhibe, lo roto te lo guardas.
Pides tres porque dos ya no es suficiente. Ni tú, ni ella, ni eso. Nunca fue suficiente. Lo suficiente es lo que te tuvo al borde de la línea, esa de la que quisiste saltar tantas veces.

-No escucho las letras- No, tu no escuchas letras. ¿Has aprendido?.

Las frías mañanas. Tienes el sutil encanto de flaquear mis piernas con una frase.
Si lo insinúas, todo dudo. Si lo llegas a decir, todo dejo.
(a escondidas me dejo).

no he dejado... Pero que ganas.
El viento suave, vemos cachivaches en patios traseros.
Tempranillo, como te gusta. Un porro. La azotea que pintamos.




…a nuestros cuarenta quizá podremos.

Cada vez más.

. . . porque se irán de viaje. Porque callaste. Porque reí.

3 comentarios:

Firenze dijo...

éste texto hoy me IN-comoda, y precisamente porque me incomoda no significa que no me guste.

te quiero. hasta ese rojo me hace ruido. y ésta tarde descubrimos de dónde viene el ruido.

Selunatika dijo...

Es un destello extraño ver lo blanco despúes del rojo, es incómodo, si, si lo es.

Yo también te quiero..


ese ruido.

Porque son tuyas también.

elena dijo...

sois muy grandes las dos.