martes, 1 de junio de 2010




Si comienzo por decir que fue un lugar conocido tocaré mi frente.


Si me pongo bien valiente diré todo aquello que guardé en el cinito de medio día.



Yo miraba directo al Sol, la luna lo cubría como una tapa de lata.

-No mires directo, hace daño-



Unos no ven para no hacer daño, otros no ven para no hacerse daño. Yo veo, directo, con todos sus daños.


Hoy no hay tapadera en el cielo, las manos sobre los ojos. He aquí mi universo.

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