Hoy puedo dejar pasar muchas cosas. Puedo hacer como que no ha pasado nada y date toda la cordialidad que cabe en un saludo. Puedo también tragarme los reproches al fantasma que has dejado y en cambio preguntarte del trabajo, la familia y tus enfermedades. Sé que tu no dejas pasar nada, tu no tienes otras dudas, tu no juegas a ser cordial, siento la jodida sinceridad de tu cotidianeidad, si, esa donde no quepo, esa dónde están todas las demás y ninguna.
Esta noche quisiera dañar todos y cada uno de mis lóbulos, darle el jugo a la ciencia y ganarme mi bien merecida amnesia, para encontrarte algún día en alguna calle y no saber quien eres, para no traer tu olor para ser con la más pura belleza indiferente.
Puedo soportar muchas cosas, arranques, silencios, alejamientos, separaciones, más silencios, corajes, risas, tus sudores. La única cosa que no puedo tolerar y esa si necesito dejarla bien en claro, es que tu fantasma ronde por mis sueños, que atormente mi estómago, que selle mis letras. No puedo dejar pasar ni un minuto más con tu jodido eco retumbando en mis manos.
Los domingos solían ser placenteros, hoy mis palabras son huecas. Las escucho así, no dicen nada, porque me he sellado por dentro, porque no tengo cómo decirlo, porque sigo tocando este piano de letras a ver si encuentro la respuesta y no viene nada, solo la nausea de mis recovecos. Doy vueltas y vueltas y cuando topo con algo solo es conmigo, ya no estás ni para decirte que no estés.
Hoy hay pan con cajeta, no es domingo pero está en la mesa. Se lo comerán las moscas, yo estaré muerta.
6 comentarios:
Me gusta muchísimo,
todo, gracias.
Necesitaba leer algo así esta tarde.
eres claudia mi claudia?
pues sí o qué...
ah esque no podía entrar a tu blog...
ay virgen de los escritos ...que cosas salen a veces verdad?
MIA nomas...que ese se calme
Cajeta con moscas, llena de migajas de pan... quien se llevo el pan?
la habitación se oscureción...no se supo.
las moscas consternadas, nadie les avisó.
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