lunes, 1 de septiembre de 2008

Porque todo necesita un nombre





Me he escondido todo este tiempo narrando lo ajeno, lo que poseo a través de los otros. Hoy necesito escribir en primera persona y mostrarme a medias. Necesito escribirme para reconocerme, de repente me fugo por el reflejo, veo un rostro pero no es el mío, es imprescindible que lo refleje aquí, si no, me quedaré como la pesadilla de los muertos, la pesadilla del vampiro, ese que no se ve más.
Y bueno, un fluido rosa siempre es buena medicina para estos casos. Lo bebo despacio para que pase por cada uno de mis órganos y me recuerde que estoy aquí.
No recuerdo bien el día ni la hora en que vendí mis palabras. Quitando dogmas y agarrando otros, como primate por la selva, voy de liana en liana soltando uno y tratando de convencerme que el otro es mejor. Al menos el simio sabe que es su recorrido, yo lo dudo todo el tiempo.
Doy la espalda a la ciudad, sé de su belleza pero hoy la detesto. Prefiero el gigante escondido, las nubes y yo tan cómoda, soy tan jodidamente cómoda. Me quejo de lo que no tengo, me revienta lo que tengo, o será simplemente que yo desde hace rato ya quiero otra cosa. No se decir bien a bien que es, solo sé que es otra cosa, y me da miedo conocerla, me da miedo estar así porque sé que no habrá vuelta a atrás, si decido tomar ese velero no podré volver, solo recordar.
Me iré por el mar, porque es a lo que más miedo le tengo, a estar en medio de la nada, pero la tierra ya me ha dado tantas nauseas que las mareas y sus mareos no pueden ser peores.
Será quizá el inicio de la semana, será eso y nada más. Me digo frases al oído para convencerme, alguien tiene que hacerlo, mi lengua.
Hace unos años que la perforé y ahora lo oculto, no lo uso más, yo necesito esa perforación, no es solo un hueco, es el hueco que yo elegí, carajo si ya tenemos tantos en el alma, esa alma de la que ya te he contado si es que me importas, esa jodida alma de roquefort, por que carajos no labrar el mío.
Cada región es distinta, los adultos nacen de distintas maneras, uno cree que cuando se dilata suficiente el sexo de la madre es cuando llegas, pero no, llegas más de una vez a este mundo y te postras de distintas formas. Mi forma me repudia.
Una presa en contención, esperando, aguardando el momento para fugarse.
El disfraz de cada mañana, yo siempre he detestado el maquillaje, si, de acuerdo, tiene sus beneficios, resalta una que otra cosa, pero al final oculta, oculta el rostro, y lo peor no es que lo oculte a los demás, ellos ven lo que quieren con o sin el. Pero tú, en ese espejo, devastado cual payaso, con vestidos y pastas que no son tuyos.
Quizá sea el lunes. O quizá sea la lucidez. A veces me gustaría dejar de pensar como si escribiese, porque tengo que correr a la pluma, al aparato, tengo que correr a sostenerme, a parirme.
No quiero prender eso todavía, llegará el momento, lo sé. –Un sueño mayor- me digo y me repito- todo es por un sueño mayor-. Al menos tengo eso, no dejo de soñar, pero cuando despierto lo vivo en pesadilla, porque lo oculto, lo guardo entre mis papeles, junto a los suyos.
Siempre deseé un escritorio, y ahora lo detesto. Deseo aún, pero el mío, el que tendrá litros de café, el que guardará palabras al aire, el que cubrirá estos abortos nocturnos.
Recuerdo cuando era joven…brillaba como el sol.
No cito, soy eco.

2 comentarios:

Mani dijo...

Estaba viendo tu blog y la verdad me fascinoooo eres buena escribiendo. Las palabras plasmadas parecen tu esencia, tu olor y sabor... sigue escribiendo asi de chido

Selunatika dijo...

Hola Bani, muchas gracias. Traté de responder en tu blog pero no pude acceder. Agradezco infinitamente tus palabras.